viernes, enero 29, 2010

España y la Basura nuclear; donde la ponemos?

La sociedad española ya está acostumbrada a los eufemismos. Ahora, a las basuras que producimos en nuestros pueblos y ciudades les llamamos Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Solemos utilizar eufemismos para nombrar a todo aquello que nos produce cierto nivel de asco o de temor. La Historia nos ofrece también sus ejemplos. Recuerde el lector cómo les llamaban los nazis a los campos de concentración: campos familiares. Claro, metían allí a toda la familia de judíos. Incluso utilizaban la ironía más allá, porque sobre la puerta de entrada ponían un cartel con el texto “el trabajo hace libre”.
Se está buscando un lugar para ubicar el ATC (Almacén Temporal Centralizado) de todas las basuras o residuos nucleares que producen las Centrales Nucleares (CC.NN.) españolas todavía en activo. Estos residuos son los llamados de alta actividad (cuya radiactividad permanece durante siglos). Varias localidades son noticia estos días en los medios de comunicación por querer optar a que se ubique en su término el almacén. Yebra, Almaraz, Ascó, Bernuy de Porreros, son algunos de los nombres que están en el candelero. Ofrecer al ministerio de Industria su candidatura, para lo que disponen hasta el próximo día 30 de Enero, es lo que trae en jaque a vecinos y ediles en todos esos consistorios.
Se preguntará el lector qué razones pueden tener los ayuntamientos que se postulan para ubicar el ATC, siendo esos residuos tan potencialmente peligrosos (aunque aseveran ser muy seguros) y encontrándose con un alto nivel de oposición entre sus vecinos. Básicamente dos: puestos de trabajo y unas cantidades exorbitantes de dinero. Se habla de entre 6 y 10 millones de euros al año para el municipio, del que serían ocupadas unas 25 hectáreas, 13 dedicadas al almacenamiento y 12 a un centro tecnológico y vivero de empresas. La siguiente pregunta también es lógica: ¿por qué razón se pagan esas cifras tan elevadas? Esta respuesta la deberían dar quienes gestionan los residuos, si bien nos la imaginamos.
Mientras existan las CC.NN. habrá residuos y en algún sitio se han de almacenar. Algunos presidentes autonómicos ya han manifestado su posición contraria a la ubicación del ATC en su Comunidad, caso de los de Cataluña y Castilla-La Mancha, aunque postularse depende directamente de los ayuntamientos solicitantes y será el Gobierno de España quien decida el lugar concreto. El Presidente Barreda se quejaba de que se piense siempre en nuestra Comunidad cuando se trata de instalar algo que no es deseado y que tiene inconvenientes y se preguntaba si es que no hay otro tipo de inversiones.
Las CC.NN. tienen dos temas tabú: el llamado efecto Chernobil y los residuos. El primero tiene que ver con el temor existente en la población ante cualquier problema que pudiera suponer riesgo nuclear, y el segundo con la persistencia de la radiactividad en los materiales de desecho durante mucho tiempo. Sin lo primero y más aún sin lo segundo, este tipo de centrales para la obtención de energía eléctrica sería interesante, pero aun así no sería tan barata como dicen sus defensores, pues los costes de financiación son elevadísimos y el rendimiento muy bajo. En cualquier caso, España sigue en moratoria nuclear, establecida por el gobierno de Felipe González en 1983.

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