esta sustancia llega al subsuelo a través de las explotaciones agrícolas y ganaderas
La presencia de contaminantes se reducía paulatinamente hasta el año pasado, momento en el que volvió a aumentar
vitoria. Un tesoro oculto bajo el subsuelo de Vitoria cuya integridad corre peligro. La amenaza de la contaminación por nitratos pende desde hace años sobre las aguas subterráneas que discurren bajo la ciudad, aunque los últimos estudios llevados a cabo por la Agencia Vasca del Agua, URA, alertan de que la presencia de este tipo de sustancias en los acuíferos ha repuntado durante 2008. Por ello, las autoridades encargadas de velar por la salubridad del agua instan a la Diputación Foral de Álava y al Gobierno Vasco a proceder a la identificación de los puntos afectados o en riesgo de estarlo para elaborar un catálogo de zonas vulnerables a la contaminación por nitratos.
Los nitratos llegan hasta las aguas subterráneas principalmente a través de los fertilizantes agrícolas. Estos acuíferos cuentan con la ventaja de la depuración que ofrece el terreno, pero presentan el inconveniente de que las presencias de elementos tóxicos son más difíciles de detectar y, en ocasiones, complicadas de erradicar. Las concentraciones de nitratos obtenidas por los técnicos de URA en el sector occidental -ubicado al oeste del núcleo urbano de Vitoria- "suponen un cambio importante en relación con los diagnósticos realizados en campañas previas, en las cuales había venido siendo habitual que un solo punto estuviera afectado por nitratos".
De acuerdo con el informe oficial, "a diferencia de años anteriores, los contenidos en nitratos han sido similares o incluso superiores en varias muestras a los de otros sectores", una realidad de la que ya es consciente el Departamento de Medio Ambiente y que el análisis achaca a "fuentes de contaminación ganadera más o menos puntuales, sobre todo en Zandazar. En el resto de los puntos, las causas estarían relacionadas con los abonos agrícolas.
El sector oriental, también denominado sector Dulantzi, se halla asimismo bajo la amenaza de los nitratos. De hecho, las mayores concentraciones de estos contaminantes se han dado en algunos puntos de la zona norte de este acuífero, concretamente en los pozos, manantiales y drenajes de Jungitu-Arbulo. De los 18 puntos controlados por los responsables de URA dentro del sector oriental, seis arrojaron concentraciones de nitratos superiores a los 50 miligramos por litro, cinco de entre 50 y 25 -límite recomendado- y siete por debajo de 25. Estos últimos, los que se encuentran fuera de todo riesgo, se corresponden con los humedales y con cinco cursos superficiales de agua.
aguas limpias En el extremo opuesto se hallan diversos puntos del sector occidental. Diversas áreas que se encuentran bajo la influencia del karst de Apodaka y sus correspondientes salidas, así como las balsas de Betoño y Zurbano registran las menores concentraciones.
En líneas generales, las concentraciones registradas en el sector oriental son "algo superiores" a las de 2007. "En la presente campaña parece detenerse la tendencia descendente de los contenidos que se ha venido registrando en muchos de los puntos de este sector durante los últimos años, especialmente en Arkaute e Ilarraza. Sólo en Salburua parece continuar claramente esta tendencia. Será preciso esperar a los resultados de las próximas campañas para ver si se recupera la evolución positiva, lo cual es, en principio, esperable", explica el análisis sobre la masa de agua subterránea elaborado por Lakua el pasado marzo.
En el sector Dulantzi, pese a registrar mayores niveles de nitratos, "sí parece mantenerse la progresiva disminución de las concentraciones apuntada en el informe 2007 en la práctica totalidad de los puntos controlados". Una evolución positiva que se manifiesta de forma contundente en la zona de Los Chopos-Gauna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario