El plan de acción contra la contaminación acústica se aprueba hoy, con año y medio de retraso - Incluye medidas para controlar el tráfico y el ocio nocturno.
El País-La marcha madrileña y el ruido nunca se han llevado bien. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha anunciado diversas medidas en los últimos meses -desde mediadores nocturnos hasta "expropiación de la actividad" a los locales más escandalosos-. Pero el ruido en las zonas de ocio nocturno sigue superando los 55 decibelios máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud. La última idea para "garantizar el derecho al descanso" de los habitantes de estas áreas será obligar a los bares a cerrar antes. Así lo anunció ayer el alcalde durante la presentación del Plan de Acción en Materia de Contaminación Acústica que se aprueba hoy. Esta medida se aplicará, según explicó Gallardón, "en función de la saturación de ruido" provocada, no sólo por los locales, sino también por las "actividades asociadas a ellos". Esto es, por las personas que entren y salgan del bar o por las que se queden a sus puertas.
"Los madrileños tendrán derecho a pedir a su Ayuntamiento que se anticipen los horarios de cierre de aquellos locales que estén en zonas donde su acumulación provoque contaminación acústica", afirmó Gallardón.
La medida todavía tiene que desarrollarse. No figura en el plan de contaminación acústica, aunque una portavoz del área de Medio Ambiente asegura que "se entiende incluida" y que es una de sus líneas de actuación para afrontar el problema del ruido. Tendrá que esperar, en cualquier caso, a que se terminen de elaborar todos los mapas de ruido de las zonas de marcha de Madrid, de los que de momento sólo están hechos dos: el de Aurrerá (Chamberí) y el de Chueca (Centro). El plan presentado ayer incluye otras medidas para limitar la contaminación acústica provocada por el ocio nocturno como limitar las licencias y las terrazas o formar mediadores.
Este documento, que una vez aprobado se someterá a información pública, debería haber estado listo antes de julio de 2008, fecha límite contemplada en la Ley del Ruido de 2003. Sus medidas se aplicarán entre 2010 y 2015 sobre 43 zonas de la capital, en las que residen 250.000 personas.El tráfico es una de las principales fuentes de ruido en Madrid. El nuevo plan, que analiza los mapas acústicos terminados a principios de año y los compara con los objetivos fijados para cada área, admite que Madrid sigue siendo excesivamente ruidosa para muchos de sus habitantes. Un 15% de la población está expuesta, a lo largo de la jornada, a más de 65 decibelios -el ruido, por ejemplo, de un aspirador-, que es el límite que marca la legislación como soportable durante el día. El porcentaje sube hasta el 20% por la noche, cuando el límite es de 55 decibelios -el sonido de una conversación normal-. "No nos conformamos con esa situación", alegó el alcalde ayer al presentar este plan, que llega con año y medio de retraso.
Las soluciones que establece el documento, y que deberán aplicarse en los próximos cinco años, se organizan en varias áreas: sensibilización, movilidad sostenible, ocio nocturno, paisaje urbano y ordenación del territorio. Se realizarán, para empezar, encuestas y campañas de comunicación para "incrementar el valor y el respeto por los ambientes más silenciosos".
El tráfico es el área que engloba la mayor parte de las medidas. Para limitar el ruido que provocan los coches en la capital, se propone promover transportes más silenciosos, como las bicicletas; restringir el acceso de los vehículos de reparto a las zonas residenciales durante la noche y estudiar otras formas de recogida de basuras; modificar los trayectos de los autobuses urbanos para evitar que se acumulen en ciertas vías; o reducir los límites de velocidad.
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