(EFE).- Los insecticidas y herbicidas que se encuentran en los ríos, generados por la actividad humana, afectan a las comunidades de algas diatomeas, muy abundantes en el biofilm fluvial, una comunidad de microorganismos que vive en las superficies de los guijarros y en el sedimento de los ríos, según la tesis de la ambientóloga Marta Ricart.
Los resultados de este trabajo muestran que la entrada de productos tóxicos en los sistemas fluviales puede ocasionar una cadena de efectos en el biofilm, así como aumentos de toxicidad debidos a la interacción de diferentes sustancies tóxicas.
En su tesis, leída en la Universitat de Girona y publicada en diversas revistas científicas, Marta Ricart ha examinado los efectos de diferentes tóxicos sobre los biofilms fluviales, que son una herramienta valiosa a la hora de estudiar las consecuencias de la existencia de contaminantes en los ecosistemas acuáticos.
Según el estudio de Ricart, la actividad humana representa una de las mayores causas de entrada de una gran variedad de sustancias en los ecosistemas fluviales y como consecuencia, un amplio abanico de contaminantes de origen industrial, urbano y agrícola tienen presencia en los ríos.
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