El 57 por ciento de la población de Vigo está expuesta a niveles de ruido de más de 55 decibelios y un tercio supera los niveles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud. El principal problema es el tráfico que causa problemas de sueño a casi la mitad de los vigueses.
Según la OMS, un ruido por encima de los 50 decibelios es suficiente para provocar dificultades para dormir. Según el mapa de ruidos remitido al Ministerio de Medio Ambiente, el 44 por ciento de los vecinos de Vigo supera estos niveles, pero además hay un ocho por ciento que soporta incluso una contaminación acústica superior a los 75 decibelios, una intensidad suficiente para causar sordera.
Las zonas más afectadas son las centrales del municipio y el informe destaca la parroquia de Sardoma, donde el porcentaje de población expuesta a la contaminación acústica se eleva al 75 por ciento.
Ésta ha sido la primera urbe gallega en dotarse de un mapa de ruidos, por superar los 250.000 habitantes, pero en una segunda fase el resto de ciudades de la comunidad autónoma tendrán que presentar también ante el Ministerio de Medio Ambiente sus respectivos estudios. Algunos municipios como el de Santiago ya han terminado su radiografía sobre la contaminación acústica que sufre el concello. Las conclusiones son similares a las de Vigo: el 35 por ciento de los compostelanos están expuestos a niveles de ruido excesivos.
En el ámbito estatal los mapas de ruido de las 19 ciudades españolas reflejan que el 55,7 por ciento de los 12,2 millones de personas que viven en esas capitales sufren una contaminación acústica por encima de los 55 decibelios, procedente de las carreteras, aeropuertos y ferrocarril y entre ellos, el 27,7 por ciento de sus habitantes soporta niveles superiores a lo recomendado por la OMS.
Según la OMS, un ruido por encima de los 50 decibelios es suficiente para provocar dificultades para dormir. Según el mapa de ruidos remitido al Ministerio de Medio Ambiente, el 44 por ciento de los vecinos de Vigo supera estos niveles, pero además hay un ocho por ciento que soporta incluso una contaminación acústica superior a los 75 decibelios, una intensidad suficiente para causar sordera.
Las zonas más afectadas son las centrales del municipio y el informe destaca la parroquia de Sardoma, donde el porcentaje de población expuesta a la contaminación acústica se eleva al 75 por ciento.
Ésta ha sido la primera urbe gallega en dotarse de un mapa de ruidos, por superar los 250.000 habitantes, pero en una segunda fase el resto de ciudades de la comunidad autónoma tendrán que presentar también ante el Ministerio de Medio Ambiente sus respectivos estudios. Algunos municipios como el de Santiago ya han terminado su radiografía sobre la contaminación acústica que sufre el concello. Las conclusiones son similares a las de Vigo: el 35 por ciento de los compostelanos están expuestos a niveles de ruido excesivos.
En el ámbito estatal los mapas de ruido de las 19 ciudades españolas reflejan que el 55,7 por ciento de los 12,2 millones de personas que viven en esas capitales sufren una contaminación acústica por encima de los 55 decibelios, procedente de las carreteras, aeropuertos y ferrocarril y entre ellos, el 27,7 por ciento de sus habitantes soporta niveles superiores a lo recomendado por la OMS.
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