La cercanía del mar ayuda a limpiar el aire, pero esto no basta. Los más de 6 millones de habitantes de Lima padecen altos índices de contaminación, sobre todo a causa de un parque vehicular usado y deficiente.
“Los índices de contaminación ambiental en la ciudad de Lima en determinadas horas del día están, digamos, pasando 2 a 3 veces lo que recomiendan las Naciones Unidas, digamos como tolerable y eso es todo consecuencia de la contaminación por gases de los vehículos”, expresó Alfonso Rivas, de la Unión Nacional de Transportistas, en Perú.
La ciudad de Lima es un ejemplo desmesurado del ingreso a partir de los años 90 de automóviles usados, tanto para el transporte público, como para uso privado, lo que según la Unión Nacional de Transportistas de Perú ha provocado un incremento en los accidentes de tránsito y también una elevada contaminación del aire.
En Perú no hay plantas ensambladoras. En este país sudamericano es común la importación de vehículos japoneses usados a los que se les tiene que cambiar el volante al lado izquierdo en talleres que no están regulados por el gobierno.
“Una vez que el vehículo ingresó, ya sea siniestrado o con el timón derecho, ya fue reparado y fue reacondicionado y se encuentra ya cumpliendo con los requisitos generales establecidos para su circulación en el país, pasa por una verificación”, comentó Rafael Antonio Reaño, de la Administración Tributaria de Perú.
La Unión Nacional de Transportistas afirma que la entrada indiscriminada de vehículos usados fue una mala decisión.
“Hicieron muchísimo daño, porque eso causó el ingreso de camiones en cualquier condición, cualquier año de antigüedad, cualquier marca y entonces se produjo una sobreoferta de esos camiones que hoy en día casi son chatarra y esa sobreoferta trajo como consecuencia la caída dramática de las tarifas”, manifestó Alfonso Rivas, de la Unión Nacional de Transportistas en Perú.
Para los transportistas del Puerto del Callao, los vehículos usados terminan inevitablemente en el deshuesadero, donde algunos son reciclados.
“De los 50 camiones tengo en este momento 38 operativos, 38 unidades operativas, los demás están en mantenimiento algunos y los otros que algunos si me he visto obligado a canibalizar, que al día se pueden ir poniendo operativos”, indicó Jorge Málaga, transportista.
Sin embargo, los autos usados de importación son la única alternativa para muchos peruanos debido al alto costo de los automóviles nuevos que, en promedio, cuestan más del doble. A la larga, este ahorro económico se paga con accidentes de tránsito, muy frecuentes en este país.
Las estadísticas reflejan 33 mil muertos por percances vehiculares en la década de los 80, 3 mil más que los muertos por atentados terroristas en el mismo periodo.
“Donde suena muy lógico decir "vamos a permitir la importación de vehículos usados, porque de esa forma vamos a dar acceso. A más peruanos a un vehículo ¿no? Eso suena razonable, pero en la práctica, no lo es del todo razonable. Es el tiempo el que se encarga de ver si la medida fue buena o mala”, manifestó Edwin Derteano, de la Asociación Automotriz de Perú.
Para el gobierno peruano hizo falta poner en práctica a tiempo una política que limitara la importación de autos usados. Ahora trata de frenarla con el aumento de aranceles a estos autos y la disminución de impuestos a vehículos nuevos.
“Pero si hubiéramos tenido una lógica arancelaria más razonable, los que hubiéramos tenido son vehículos mucho más nuevos que hubieran desplazado a estos de timón cambiado y el parque automotor se habría renovado más rápido de lo que se está renovando”, apuntó Johan Spitzer, viceministro de la Producción de Perú.
Actualmente el gobierno peruano busca la instalación de ensambladoras extranjeras en su suelo. Confía en que el Tratado de Libre Comercio, recién aprobado por el Senado de Estados Unidos, ayudará a lograr este objetivo.
“Los índices de contaminación ambiental en la ciudad de Lima en determinadas horas del día están, digamos, pasando 2 a 3 veces lo que recomiendan las Naciones Unidas, digamos como tolerable y eso es todo consecuencia de la contaminación por gases de los vehículos”, expresó Alfonso Rivas, de la Unión Nacional de Transportistas, en Perú.
La ciudad de Lima es un ejemplo desmesurado del ingreso a partir de los años 90 de automóviles usados, tanto para el transporte público, como para uso privado, lo que según la Unión Nacional de Transportistas de Perú ha provocado un incremento en los accidentes de tránsito y también una elevada contaminación del aire.
En Perú no hay plantas ensambladoras. En este país sudamericano es común la importación de vehículos japoneses usados a los que se les tiene que cambiar el volante al lado izquierdo en talleres que no están regulados por el gobierno.
“Una vez que el vehículo ingresó, ya sea siniestrado o con el timón derecho, ya fue reparado y fue reacondicionado y se encuentra ya cumpliendo con los requisitos generales establecidos para su circulación en el país, pasa por una verificación”, comentó Rafael Antonio Reaño, de la Administración Tributaria de Perú.
La Unión Nacional de Transportistas afirma que la entrada indiscriminada de vehículos usados fue una mala decisión.
“Hicieron muchísimo daño, porque eso causó el ingreso de camiones en cualquier condición, cualquier año de antigüedad, cualquier marca y entonces se produjo una sobreoferta de esos camiones que hoy en día casi son chatarra y esa sobreoferta trajo como consecuencia la caída dramática de las tarifas”, manifestó Alfonso Rivas, de la Unión Nacional de Transportistas en Perú.
Para los transportistas del Puerto del Callao, los vehículos usados terminan inevitablemente en el deshuesadero, donde algunos son reciclados.
“De los 50 camiones tengo en este momento 38 operativos, 38 unidades operativas, los demás están en mantenimiento algunos y los otros que algunos si me he visto obligado a canibalizar, que al día se pueden ir poniendo operativos”, indicó Jorge Málaga, transportista.
Sin embargo, los autos usados de importación son la única alternativa para muchos peruanos debido al alto costo de los automóviles nuevos que, en promedio, cuestan más del doble. A la larga, este ahorro económico se paga con accidentes de tránsito, muy frecuentes en este país.
Las estadísticas reflejan 33 mil muertos por percances vehiculares en la década de los 80, 3 mil más que los muertos por atentados terroristas en el mismo periodo.
“Donde suena muy lógico decir "vamos a permitir la importación de vehículos usados, porque de esa forma vamos a dar acceso. A más peruanos a un vehículo ¿no? Eso suena razonable, pero en la práctica, no lo es del todo razonable. Es el tiempo el que se encarga de ver si la medida fue buena o mala”, manifestó Edwin Derteano, de la Asociación Automotriz de Perú.
Para el gobierno peruano hizo falta poner en práctica a tiempo una política que limitara la importación de autos usados. Ahora trata de frenarla con el aumento de aranceles a estos autos y la disminución de impuestos a vehículos nuevos.
“Pero si hubiéramos tenido una lógica arancelaria más razonable, los que hubiéramos tenido son vehículos mucho más nuevos que hubieran desplazado a estos de timón cambiado y el parque automotor se habría renovado más rápido de lo que se está renovando”, apuntó Johan Spitzer, viceministro de la Producción de Perú.
Actualmente el gobierno peruano busca la instalación de ensambladoras extranjeras en su suelo. Confía en que el Tratado de Libre Comercio, recién aprobado por el Senado de Estados Unidos, ayudará a lograr este objetivo.
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