El asma constituye la enfermedad crónica más frecuente en niños ; sin embargo, los adultos también pueden desarrollar esta enfermedad. Las partículas en suspensión emitidas por el tráfico son especialmente peligrosas para la salud humana, ya que se relacionan con la aparición de asma en personas no fumadoras.
El estudio se ha llevado a cabo en Suiza, entre los años 1991 y 2002, en el marco del estudio SAPALDIA del que se seleccionaron un total de 2.725 personas no fumadoras, con edades comprendidas entre los 16 y los 60 años.
Durante este período, 41 personas de un total de 2.725 (1,5% de todos los examinados) han desarrollado esta enfermedad sin ser fumadoras . Esta es la noticia que presenta el estudio de cohortes SAPALDIA publicado en la revista Thorax .
Tráfico intenso
Los 41 casos de asma no se repartían de forma aleatoria por la geografía suiza, sino que se manifestaba con mayor frecuencia en zonas de carreteras con tráfico intenso .
En los lugares donde la carga de tráfico disminuía, también se reducía el riesgo de desarrollar asma. El Dr. Nino Künzli, investigador del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) y del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM), principal autor del estudio y catedrático recién incorporado al departamento de medicina social y preventiva de la universidad de Basilea, dice: Nuestros resultados contribuyen al debate sobre urbanismo respecto a qué tipo de edificios y a qué distancia de las carreteras de tráfico intenso deben construirse. Según Künzli, la única normativa de este tipo que existe hasta ahora en California no pueden construirse nuevas escuelas a menos de 300 metros de las autopistas- concuerda con las conclusiones de su estudio.
Entre el 1991 y 2002, en Suiza, el promedio de contaminación atmosférica por partículas en suspensión procedentes del tráfico se ha reducido de 2,84 a 2,25 microgramos por m3. En referencia a esto, la disminución de la contaminación en las zonas urbanizadas como Basilea o Ginebra fue mayor que en zonas rurales como Davos o Montana, donde en 1991 el aire ya estaba limpio.
Aunque la reducción de la emisión de contaminantes es una buena noticia, siguen apareciendo casos de personas que desarrollan asma. Motivo suficiente para que sólo se vendan vehículos con una mínima o ninguna emisión de contaminantes, dice Künzli.
Los investigadores limitaron sus estudios a personas que nunca habían sido fumadores. El humo del tabaco contiene básicamente las mismas sustancias contaminantes que produce el tráfico, pero en concentraciones más elevadas.
Por este motivo, en el caso de los fumadores, aunque no estén expuestos a la contaminación atmosférica, el riesgo de desarrollar asma es mayor. (Fuente: SINC)
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